Miró el rayo oriental y amó el oriente de fulgurar en occidente, el occidente hubiera amado,pues mis ansias de amor son por el rayo y sus fulgores no decidieron mi amor ni los lugares ni la tierra. La brisa me ha narrado de ella un decir aprendido del dolor y de mi pasión, de la tristeza y de mi sufrimiento, del éxtasis y de mi razón, de la nostalgia y del amor de las lágrimas y de mis ojos, del fuego y de mi corazón. Aquella a quien amas sólo está en tu pecho y la brizan tus suspiros. Yo le dije: Hazle saber que ella es quien causa el fuego de mi corazón. Sólo puede apagarlo la unión eterna y si arde más no es culpa del amante.
martes, 10 de abril de 2007
Miró el rayo oriental y amó el oriente de fulgurar en occidente, el occidente hubiera amado,pues mis ansias de amor son por el rayo y sus fulgores no decidieron mi amor ni los lugares ni la tierra. La brisa me ha narrado de ella un decir aprendido del dolor y de mi pasión, de la tristeza y de mi sufrimiento, del éxtasis y de mi razón, de la nostalgia y del amor de las lágrimas y de mis ojos, del fuego y de mi corazón. Aquella a quien amas sólo está en tu pecho y la brizan tus suspiros. Yo le dije: Hazle saber que ella es quien causa el fuego de mi corazón. Sólo puede apagarlo la unión eterna y si arde más no es culpa del amante.
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