viernes, 29 de junio de 2007

Samia Gamal



Muchos consideran a Samia Gamal como la más grande bailarina de danza oriental de la historia.
Artista única y de gran influencia en generaciones posteriores, llevó la danza oriental a Hollywood y a las escuelas de Europa.

Su verdadero nombre era Zaynab Ibrahim Mahfud. Nació en Wana, un pequeño pueblo egipcio en 1.924. Se crió en El Cairo, junto al Bazar Khan El Khalili junto a sus padres.

Era una amante de la danza, que oportunamente conoció a Badía Masabni, una famosa bailarina y dueña del Gran Casino Badía. La contrató y la hizo solista al comprobar sus magníficas dotes en la danza.
Ella fue la que al integrarla en su grupo le dio el nombre artístico de Samia Gamal.

Se cuenta que en su primer solo olvidó la coreografía y tras el abucheo del público y llena de pánico fue obligada por el coreógrafo a volver a salir, comenzó a improvisar y desde ese momento fue aclamada por el público. Badía la contrató como solista una vez por semana, y este fue el principio de su carrera. En este mismo casino (el famoso Casino Opera) encontró al músico de laúd Farid el Atrash, se enamoraron y el compuso músicas para ella, siendo la protagonista además de muchas de sus películas de gran éxito en los paises árabes.
Su vida amorosa estuvo llena de altibajos. El romance no tuvo buen fin, ya que él le pedía que dejara el baile y las películas en el mejor momento de su carrera.

Se casó con el millonario Sheppard King, y por ella se convirtió a la fe islámica. Pero al poco tiempo volvió al Cairo para trabajar con Farid, su anterior amor. Después se casó con el actor Rushdi Abaza, con quien tuvo a su hija Quismet, pero también se separó. Tras 17 años se divorció y también se retiró de la escena a pesar de las múltiples ofertas de Europa y América para enseñar. Se sentía artista e intérprete más que maestra.

Introdujo muchas novedades en la danza oriental. Comenzó a bailar con zapatos de tacón alto, así como descalza, imponiendo estas modas. Pero su aportación más importante fue la introducción del velo en sus bailes. Una bailarina rusa llamada Ivanova, la enseñó a mejorar el movimiento de sus brazos y a moverse con el velo. Su danza era una fusión entre la danza árabe, latina y occidental.

Rodó numerosa películas, entre las que podemos nombrar:
" Ahebbek Enta (1949)
" Alí Babá y los cuarenta ladrones" Oulch Lehad (1952)
" Verre del Un et cigarrillo del une (1955)
" Valle de los reyes (1954)

El rey Faruk la nombró "Bailarina Nacional de Egipto".

En 1972 se retiró, con 60 años, pero volvió a bailar a los 70 años, casi hasta el final de su vida.

Murió el 1 de diciembre de 1994 en su tierra, El Cairo. Sólo asistió a su funeral su amiga y famosa bailarina Tahia Carioca, sin que la noticia tuviera mayor trascendencia.

Su herencia son más de 80 películas como protagonista. Su estilo de baile único con influencias clásicas (después de haber visto al ballet Bolshoi de Moscú), sus típicos arabescos, giros y variados movimientos con los brazos, la danza con el velo (que entonces no se usaba)... son elementos importantes en su estilo y que inspiraron a las siguientes generaciones de bailarinas.
Nos dejó un legado de estilo único, películas y, sobre todo, un gran amor por la danza.

Publicado por Claudia Amira

1 comentario:

N e j s r e t dijo...

Me está encantando este "serial" sobre las bailarinas míticas de la danza oriental... es muy interesante!